diciembre 25, 2005

Grandes Mitos de Occidente - 1: Salvar el Mundo del Terrorismo

Cuando estamos ad portas de un nuevo año, parece altamente conveniente indicar algunos de los mitos caros a nuestra ideología occidental oficial. Por ello, y para empezar, hemos elegido a uno de los solitarios más influyentes en el ámbito ideologico ante la politica exterior e interior norteamericana. Nos referimos, claro, a Noam Chomsky.

Ya hemos incluido algun material de este autor hace un tiempo cuando se desató la "guerra contra el terror" de USA en 2001, material que pueden consultar en nuestros archivos haciendo click en el enlace que sigue:

Archivo Chomsky

Pues bien, esta vez, y motivados por la lectura del interesantísimo libro Hegemonía o Supervivencia, La Estrategia Imperialista de Estados Unidos, edición en español de Ediciones B, 2004, Barcelona o su versión en ingles Hegemony or Survival , hemos elegido reproducir un texto llamado El Autismo del Imperio, firmado por Chomsky en 2004, publicado por Le Monde Diplomatique y traducido por Rocío Anguiano para la web Rebelión.

Ciertamente un texto de interés para comenzar a esbozar la mitologia occidental de la primera década del siglo XXI.


El autismo del imperio

Noam Chomsky
Le Monde Diplomatique. Traducido por Rocío Anguiano

En contra de lo que se podría pensar, las ocupaciones militares, incluso cuando se realizan del modo más brutal, pueden salir triunfantes. Sirva como ejemplo la ocupación por parte de Hitler de Europa occidental o la de los países de la Europa del Este por parte de Rusia durante la posguerra. En ambos casos, los territorios ocupados estaban gobernados por colaboradores que tenían a su disposición aparatos locales civiles y militares y que contaban únicamente con el apoyo de las tropas de los ocupantes. En el caso de Hitler surgió una valiente resistencia, pero sin la ayuda exterior habría sido eliminada. En Europa del Este (así como en Rusia), Estados Unidos trató de apoyar a la resistencia antisoviética hasta principios de la década de 1950, sin éxito.
Consideremos, en cambio, la invasión de Irak. Ha acabado con dos regímenes monstruosos, uno del que se podía hablar, otro del que no. El primero era el reino del tirano; el segundo las sanciones impuestas por Estados Unidos y Gran Bretaña, que han matado a centenares de miles de personas, devastado la sociedad, reforzado el poder del tirano y obligado a la población a confiar en él para sobrevivir (a través del racionamiento), preservando, de este modo, a Saddan Hussein del destino de otros dictadores apoyados por distintos gobiernos de Estados Unidos y, en particular, por los miembros y amigos de la actual administración americana –Suharto, Marcos, Duvalier, Mobutu, etc.- que fueron derrocados desde dentro. Algo así era plausible antes de la guerra.
No hay duda de que la población ha acogido bien el fin de las sanciones y el fin del régimen de Saddam Hussein; los que se oponían a la guerra contra Irak en todo el mundo también, aunque este hecho se haya ocultado por parte de la administración actual. Pero se podían suprimir las sanciones sin conflicto; además, si estas hubieran sido abolidas, la población probablemente habría logrado librarse de la dictadura. Las investigaciones del inspector David Key, nombrado por el presidente George Bush tras la victoria, no solo han desmentido de forma clara la presunta posesión de armas de destrucción masiva por parte de Irak, sino que también han demostrado que, en los años anteriores a la invasión norteamericana, el poder que ejercía Saddam Hussein era muy frágil. Todo ello ha confirmado, a posteriori, las tesis de numerosos expertos que conocían bien la situación interna de Irak. Por ejemplo, Denis Halliday (1) y Hans van Sponeck, coordinadores de la ayuda humanitaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU) habían afirmado repetidas veces que, si el embargo y las sanciones impuestas por Washington y Londres no hubieran afectado a la población, los mismos iraquíes se habrían ocupado de derrocar al tirano.
Sabemos que las intervenciones militares pueden tener efectos secundarios positivos: así, el bombardeo de Pearl Harbour por parte de la aviación japonesa, en diciembre de 1941, condujo a la expulsión de las potencias imperiales occidentales de Asia, salvando así los millones de vidas que se habrían perdido en las guerras de liberación. ¿Justifica esto el fascismo japonés y sus crímenes? Está claro que no. Y estoy convencido de que la agresión japonesa contra Estados Unidos fue un crimen de guerra, el “crimen capital” según el tribunal de Nuremberg.
Arthur Schlessinger, el historiador americano de mayor prestigio, al iniciarse los bombardeos de Irak, recordaba con toda la razón el precedente de Pearl Harbour. El presidente Franklin D. Roosevelt, escribía, no se equivocaba cuando decía que el ataque japonés era una fecha señalada en la infamia y que los norteamericanos deberían vivir el ataque contra Irak como una infamia comparable a la de la política imperial japonesa.
Con el fin de los dos regímenes, el de las sanciones y el de Saddam Hussein, Estados Unidos disponía de inmensos recursos para reconstruir Irak. La población se sentía aliviada y la resistencia no tenía prácticamente ningún apoyo externo. Sin embargo, esta se ha ido desarrollando en el interior, básicamente en respuesta a la violencia y a la brutalidad de los invasores. Hacia falta verdadero talento para sufrir un fracaso...
Y es que la invasión ha desencadenado un ciclo de violencia que ha engendrado, a su vez, todavía más violencia, como demuestran los terribles combates en Faluya en donde los civiles iraquíes son las primeras victimas. Si los vínculos entre el antiguo régimen iraquí y la red terrorista Al-Qaida no han existido nunca, todo el mundo admite que el Irak ocupado se ha convertido en un “santuario de terroristas”. Esto lo ha demostrado de forma especial Jessica Stern, especialista en terrorismo de la Universidad de Harvard, en un estudio publicado por el New York Times (2) tras la destrucción de la sede de la ONU en Bagdad.
La guerra contra Irak se llevó a cabo a pesar de la oposición de la opinión pública internacional, que temía que esta agresión llevara a una diseminación del terrorismo. La administración George Bush consideró este riesgo como menor comparado con la perspectiva de hacerse con el control de Irak y de sus riquezas, de lanzar la primera “guerra preventiva” y de reforzar su influencia en el panorama interno norteamericano.
Por otra parte, la “guerra contra el terrorismo” ha fracasado y los ataques sangrientos se han extendido por todo el mundo. Para desgracia de sus habitantes, el número de ciudades a las que ha alcanzado el terror tras el 11 de septiembre de 2001 no deja de aumentar, especialmente después de la guerra de Irak. Actualmente incluye a Bagdad, Casablanca, Estambul, Yakarta, Jerusalén, Haifa, Ashdod, Mombasa, Moscú, Riyad y Madrid. Antes o después, a este ritmo, es posible que el terrorismo y las armas de destrucción masiva acaben por juntarse en el seno de una misma organización violenta cuyos ataques podrían ser aún más terribles.
El concepto de “guerra preventiva” tan apreciado por Bush ha revelado su verdadera naturaleza: un simple eufemismo para poder agredir libremente a quien se quiera. El carácter arbitrario y peligroso de esta doctrina, y no solamente su aplicación en Irak, fue lo que dio lugar en febrero de 2003 a las grandes protestas contra la invasión, rechazo que se ha ido ampliando a partir de entonces, especialmente por la incapacidad de Washington para probar que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, una acusación que apunta a una gran mentira de Estado.
En abril de 2003, los sondeos de opinión mostraban que los ciudadanos americanos deseaban que la ONU ejerciera la responsabilidad principal durante la posguerra en la reconstrucción política y económica de Irak. A pesar de todo, el fracaso de la ocupación resulta sorprendente, dada la potencia militar y los recursos con los que cuenta Estados Unidos y ha llevado a la administración Bush a dar marcha atrás y a resignarse a solicitar la ayuda de Naciones Unidas. Sin embargo, la ONU querría saber si Irak va a ser algo más que un Estado vasallo de Washington. Norteamérica construye en Bagdad su sede diplomática más grande del mundo con 3000 funcionarios, lo que indica claramente que el trasvase de soberanía previsto para el próximo 30 de junio de 2004 será muy limitado.
Este sentimiento se ve reforzado por la pretensión norteamericana de mantener en Irak importantes bases militares y una gran presencia de sus fuerzas armadas. Esta voluntad de hacer de Bagdad su vasallo, se confirma asimismo por las ordenes dadas por Paul Bremer, el procónsul de Washington, para que la economía local permanezca abierta y controlada por los extranjeros. La pérdida del control de la economía reduce radicalmente la soberanía política y las perspectivas de un desarrollo sano. Es una de las lecciones más claras de la historia. Ningún país colonizado ha podido desarrollarse mientras su política y su economía han estado dominadas por la potencia ocupante.
En diciembre de 2003, una investigación del Program on International Policy attitudes/Knowledge Networks señaló que la misma población norteamericana solo apoya de forma muy débil la decisión de mantener, permanentemente, una fuerte presencia militar en Irak. Esta inquietud popular proviene del hecho de que la gente no cree en la justicia de la causa. Si esta se reflejara en las urnas, el próximo mes de noviembre, podría provocar un cambio político importante. Incluso si la oferta electoral en Estados Unidos es muy reducida y si la gente sabe que las elecciones normalmente están amañadas. Al candidato demócrata John Kerry se le describe a veces como un “Bush con pocas calorías”, Sin embargo, puede ocurrir que las dos facciones de lo que llaman el “Partido de los empresarios” presenten políticas diferentes. Pequeñas variaciones, al principio, entre los dos candidato pueden dar lugar, a la larga, a impactos gigantescos y de naturaleza muy contrastada según que el elegido sea Bush o Kerry. Eso se confirmará el próximo mes de noviembre como se confirmó en el 2000 cuando se enfrentaron Bush y Albert Gore.
Bush expone así su doctrina: “Liberar el mundo del mal y del terrorismo”. “Declarar la guerra al terrorismo, afirmó tras el 11 de septiembre de 2001, supone también declarar la guerra a cualquier Estado que de refugio a los terroristas. Porque un Estado que acoge en su suelo a terroristas es a su vez un Estado terrorista y debe por lo tanto ser tratado como tal”. En nombre de esta doctrina, Bush declaró la guerra a Afganistán en el 2001 y a Irak en el 2002. Y amenaza a otros países como Siria. Podemos preguntarnos si Bush realmente es coherente, ya que hay muchos otros Estados que acogen terroristas, que los protegen y a los que ni se bombardea ni se les invade. Empezando por... ¡los mismos Estados Unidos!
Es sabido que desde 1959 los Estados Unidos han apadrinado ataques terroristas contra Cuba. Entre ellos se pueden señalar la invasión de la bahía de Cochinos en 1961, el ametrallamiento aéreo contra civiles, las bombas en lugares públicos de la Habana y en otros sitios, el asesinato de funcionarios, la destrucción en vuelo de un avión de línea cubano en 1976 que causó más de ochenta muertos, así como decenas de complots para matar a Fidel Castro. Uno de los terroristas anticastristas más conocidos, acusado de ser el cerebro del atentado contra el avión civil en 1976, es Orlando Bosch. En 1989, George Bush padre anuló la decisión del Ministerio de Justicia que había denegado una solicitud de asilo formulada por Bosch. En consecuencia, vive tranquilamente en Estados Unidos en donde prosigue con sus actividades anticastristas.
La lista de terroristas que han encontrado refugio en Estados Unidos incluye también a Emmanuel Constant, de Haití, conocido por el nombre de “Toto”, un antiguo líder paramilitar de la época de los Duvalier. “Toto” es el fundador del Frente Revolucionario para el Avance y el Progreso de Haití (FRAPH), grupo paramilitar que, a las ordenes de la junta que derrocó al presidente Aristide, aterrorizó a la población de 1990 a 1994. Según informes recientes, “Toto” vive en el Queens en Nueva York. Y Washington ha denegado la petición de extradición presentada por Haití. ¿Por qué? Porque “Toto” podría revelar los vínculos entre Estados Unidos y la junta culpable de haber hecho asesinar –por los hombres del FRAPH- entre 4000 y 5000 haitianos... Hay que añadir que entre los gansters que han participado, al lado de las fuerzas americanas, en el reciente golpe de estado contra el presidente Aristide figuran varios ex dirigentes de la organización terrorista FRAPH.
Washington rehuye continuamente entregar a aquellos que le han servido bien, incluso cuando se trata de terroristas. Así, en febrero de 2003, Venezuela pidió la extradición de dos oficiales que habían participado en el golpe de estado del 11 de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez y que, acto seguido, habían organizado un atentado en Caracas para después huir a Miami, en donde encontraron refugio. Claro está, Washington la denegó.
Y es que no todos los terroristas son iguales. Y los que sirven a los intereses de Estados Unidos no deberían ser calificados con la fea palabra “terroristas”. Son los nuevos “combatientes de la libertad”, como llamaban los medios de comunicación antes al mismo Osama bin Laden, en la época en la que aterrorizaba a los soviéticos por cuenta de Estados Unidos...

1.

Véase Denis Halliday, “Des sanctions qui tuent”, Le Monde diplomatique, enero de 1999.

2.

Jessica Stern, “How America Created a Terrorist Haven”, The New York Times, 20 de agosto de 2003.



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diciembre 03, 2005

King Kong en Cartagena

En los años 70 –y hasta inicios de la década de 1990- había en el popular balneario de Cartagena* dos cines. Uno era el cine Central, que quedaba en la calle Casanova casi al llegar a la Plaza de Armas, y que estaba pegado a la iglesia más importante de la ciudad. Y el otro era el cine Francia, ubicado al comienzo de la conocidísima Terraza, paseo obligatorio de todas las noches, y junto a la concurrida Playa Chica. Todos lo veranos era religiosamente obligatorio para mí, mi hermano y mis tías y tíos ir a esos cines, a ver los estrenos del año anterior, repuestos ahí para aprovechar el público de la temporada veraniega. Y el verano de 1978 fue el verano de King Kong, la gigantesca octava maravilla del mundo.
Durante 1977 habían estrenado en Santiago la superproducción "King Kong" (1976), dirigida por John Guillermin y producida por Dino de Laurentiis, y unas semanas antes un distribuidor local, aprovechando la inminente llegada a las salas de esta cinta, aprovechó de estrenar "La Furia de King Kong", con un cartel similar al de la película de Laurentiis, pero que en realidad era "King Kong Escape", cinta japonesa de 1967 dirigida por el legendario creador de películas de kaiju eiga (monstruos gigantes con cremallera incluida) Ishiro Honda. Cabe señalar que en esta cinta nipona, un Kong de ojos azules se enfrentaba en su isla misteriosa a una serpiente marina y a un tiranosaurio que lanzaba patadas voladoras, y luego en el clímax que tenía lugar en Tokio, combatía contra Meca-Kong. Bizarrísima. En los diarios de la capital incluso salió publicado un aviso, donde otros distribuidores cinematográficos recalcaban que esta película no tenía nada que ver con el inminente estreno que todos esperaban**. Bueno, así que ese verano tuvimos a Kong en la playa por partida doble, en la versión japonesa y en la versión gringa, yendo a ver esta última unas cuatro veces (¡si, cuatro veces!) para admirar a la hermosa Jessica Lange cuando era joven, y ver la inolvidable batalla final de Kong contra los helicópteros en la cima de las hoy inexistentes Torres Gemelas. Debo confesar que prácticamente en la última de esas ocasiones en que me repetí la película, fui recién capaz de no taparme los ojos y ver completa la secuencia en que Kong le abría el hocico a la serpiente gigante contra la que luchaba a los pies de las montañas donde quería subir con su amada. Todas las funciones en el cine Central fueron con la sala llena. Y luego, en las tardes de los días siguientes, después de la bajada a la playa de rigor, y tras tomar once con el infaltable pan de huevo, jugábamos con los amigos de ese verano en la calle con un gorila de juguete comprado en cualquier parte, y que para la ocasión obviamente era Kong, luchando contra otros monstruos inventados por nosotros.
Un par de veranos después reestrenaron "King Kong" en el cine Francia. Recuerdo haber pasado junto al cine en la noche, de camino a la Terraza, y había una fila de público esperando para entrar a la última función. Realmente King Kong fue un éxito de taquilla en Cartagena.
No voy a hacer aquí una crítica cinematográfica del film de Guillermin, que no he visto de nuevo hace muchos años. Me parece que es de esas películas que con el paso de los años logra volver más notorios sus defectos, cosa que no pasa con la cinta original de 1933. Lo único que quiero señalar es por qué fui a verla tantas veces, y parto aclarando que no fue por Jessica Lange. En el afiche oficial de la cinta, Kong salía sobre las Torres siendo atacado por varios helicópteros militares, y con un jet ardiendo en la mano. Pero en otro de los afiches Kong salía rodeado sólo por jets de combate***, y yo esperaba que en una de las ocasiones en que volvía a ver la película pasaría eso, que cambiaría el final y efectivamente Kong sería atacado por los famosos jets. Pero obviamente eso nunca ocurrió, por más veces que viera de nuevo la cinta. Como tampoco se materializó en ninguna función la secuencia que prometía otro de los carteles publicitarios alternativos de la película, donde Kong salía luchando contra la serpiente gigantesca en los muelles de Nueva York. Pero lo que si ocurrió fue que el tiempo pasó inexorablemente en Cartagena. El Cine Francia cerró sus puertas hace años. Ya no se puede ir ahí a ver la última función de la tarde y salir luego a la noche, cargada del ruido y el sabor del mar. Y la última vez que vi el cine Central, se había convertido en una iglesia evangélica, donde tanta gente busca alienarse, para escapar a la alienación cotidiana. Pero el mar y los bosques aún continúan rodeando esa pequeña ciudad, y la cordillera de la costa sigue a sus espaldas. Y cada noche, si uno aguza los oídos y la imaginación, se pueden escuchar los gritos portentosos del rey de los monstruos, del gorila gigante que definitivamente dejó sus huellas en las calles de la Cartagena de nuestra infancia.


Miguel Acevedo


Notas:

* Cartagena está ubicada en el litoral central de Chile, cerca del puerto de San Antonio.
** "La Furia de King Kong" llegó a las salas santiaguinas (cines Bandera y Santiago) el lunes 23 de mayo de 1977. Y el King Kong de Guillermin y De Laurentiis llegó a la cartelera nacional el 4 de julio del mismo año, siendo estrenado en los cines Windsor, Victoria, Plaza, Las Condes y El Golf de la capital, además de llegar a salas de las ciudades de Valparaíso y Concepción.
*** En realidad, esos carteles cinematográficos de 1976-1977, con los jets sobre las Torres íconos del capitalismo, rodeadas de humo y fuego, eran bastante premonitorios.

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septiembre 27, 2005

TV or not TV?


Por: Reisende

“Ya no importa lo que se diga en la pantalla; no importa la veracidad de las respuestas que dan los concursantes de programas de entretenimientos, si son verdaderas o erróneas, sino que lo que vale y que sí es cierto es el acto de enunciación: el presentador está allí.”

[“El Cuarto Poder” – Javier Zocco]

La tontería está servida: Uno de los grandes mitos de nuestros días se construye sobre la poco afortunada creencia de que la televisión dice la verdad en todas las situaciones y que la influencia de la televisión, mas allá de si esta es positiva o negativa en términos morales o éticos, acaba en el momento en que el usuario decide apagarla. En efecto, la discusión del rol de la televisión, discusión que nunca acaba, le da precisamente a la televisión la posibilidad de adelantarse por la derecha en el sentido metafórico y también políticamente literal. Situaciones como “quedar bien con todos”, “ayudar al desvalido”, “ser políticamente correcto” son el soporte moral que aplaudimos a rabiar mientras nos venden una variopinta oferta comercial. Encima, la empatía y la identificación son el bisturí con que se hace la incisión cerebral. Eficacia pura.
Lo que la mayoría de nosotros los televidentes rara vez recordamos es que estamos frente a una simulación.
Algún lector estará pensando que esta opinión es un poco generalista en la medida que la simulación se entiende en un programa “de ficción”, y pensará además que tal situación no es posible en el caso de un noticiario, adalid de pluralidad y espejo de nuestra realidad. ¿Quien podría creer que una publicación periodística es la trascripción pura de la realidad? Seria como creer que el periodista no piensa. Y si el periodista no piensa, ¿no existe? Indudablemente, estamos ante un acto de fe. Y es una de las formas de fe más poderosas de nuestra época. Si rebuscamos un poco, tal vez el origen podemos encontrarlo en la creencia asociada a mediados del siglo XX a la fotografía.
Recordemos que en tiempos de la segunda guerra mundial, los documentos foto periodísticos eran considerados pruebas indelebles e incuestionables de hechos, personas o lugares. Tal situación se ha mantenido hasta nuestros días y ha influenciado con su aura a su primo electrónico, el video. Y entre el video y la televisión solo esta el aire. Roland Barthes en “La Cámara Lúcida” describe con gran precisión el acto ritual y de fe ante una fotografía. Estamos ante una prueba de realidad soportada por la eficacia mecánica. Es decir, es prueba de realidad porque en el camino que recorre la luz reflejada del sujeto al plano donde ha de imprimirse su imagen, no hay intervención del hombre. Se supone que en el caso del video tampoco. Pero no basta quedarse en la lógica mecánica del principio de la simulación. Precisamente en tiempos de la segunda guerra y en alas de los artistas modernos, la fotografía fue empleada como instrumento propagandístico y servil a las más diversas ideologías de la guerra y de después también. La televisión daba sus primeros balbuceos cuando la fotografía en movimiento y la fotografía impresa dirigían las conciencias de las masas y se daban las primeras simulaciones.
Como hijo pródigo de esta antigua máquina de generar pruebas que era la fotografía, y a la vez como el más eficiente de los mass media, la televisión, se abría al mundo como la expresión electrónica de todos los ideales éticos y sobre todo morales de una sociedad desgastada. Este segundo aire, este mundo ideal simulado, adopta sus conductas aduciendo una pretendida objetividad y una respuesta eficaz e inmediata a los gustos del público. (Nótese el reemplazo de la palabra pueblo por la de público.) Algunos se aventuraron a hablar de “aldea global” haciendo forzadas comparaciones con estructuras antropológicas de dudoso origen. Tales teorías, solo podrían darse en el seno de una sociedad satisfecha consigo misma. Tanto, que queda tiempo para soñar y creerse el propio sueño.
Pero los impulsores de la televisión veían en ella el instrumento ideal para comerciar masivamente. Y algunos dirán que es de Perogrullo, pero si observamos con cuidado, la televisión va mas allá de la simple y tortuosa “dominación mental”, más bien dicho, tal manejo de comportamientos es un efecto secundario inesperado y provechosamente utilizado por quienes manejan los medios. Es la resultante de una estrategia comercial. Ya se ha dicho antes: “el fin del programa de televisión, es el comercial que lo interrumpe”. Se ha esgrimido el argumento de que como inocente medio de comunicación, la televisión solo ha respondido a los gobiernos y a las sociedades a los que le ha tocado servir.
El caso de la televisión en China o la televisión del mundo musulmán, podrían dar la razón a este argumento. Pero lo inquietante del tiempo en que vivimos, se da en el hecho de que Frankestein ha tomado conciencia de si mismo. En efecto, los que hacen la televisión están asumiendo cada vez más su propia simulación y han descubierto su poder intrínseco. Ya no se trata de unir el mundo en esta aldea global donde escuchamos noche a noche las historias de lo que ha ocurrido en otras partes de la aldea. Ahora escuchamos las historias que el mismo relator se inventa. Ha desaparecido la línea divisoria entre ficción y realidad.
Hoy, la mayoría de lo que vemos corresponde al ámbito de la simulación. Estamos en presencia de la nueva estrategia de venta. Lo real no vende, los problemas no venden, el mundo no vende. Es mejor inventar un mundo, inventar un artista apoyado en otros medios interesados en generar artistas y programas desechables y olvidables siguiendo la lógica de una rentabilidad mínima por temporada. Nuestro Frankestein se mira al ombligo y nosotros, felices, le imitamos y nos miramos también el ombligo haciendo caso omiso a lo que ocurre fuera de casa. Ciertamente, no es el caso de todos, pero la progresión geométrica en el crecimiento de los “Homer Simpson”, no deja de inquietar.

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septiembre 26, 2005

Años 60: facturas sin pagar

Desde que tengo memoria (y de eso no hace tanto tiempo), los años 60 mantienen un status privilegiado en la memoria colectiva de occidente.
Son los años felices (los felices 60) para todos los que los vivieron e incluso para muchos que sólo los conocen a través de fuentes interpuestas. Y sin embargo, desde mi punto de vista, aquellos años felices son el origen (no me atrevo a hablar de causa) de muchas de las desgracias de décadas posteriores. Voy a poner un ejemplo reciente: ¿fue la Argentina de Menem un periodo feliz y despreocupado? Desde luego que sí. ¿Por qué ahora se quiere renegar de aquel recuerdo grato? Evidentemente, porque los efectos de aquella juventud neoliberal ha pasado facturas demasiado costosas a aquellos mismos que disfrutaron (o no tanto) de aquel periodo feliz. Volvamos a mi argumento principal: los años 60 fueron los años del desarrollo, una vez superada la post-guerra, en el que los países ricos parecían incluso dispuestos a compartir su riqueza con los pobres (recordemos, para eso se creó el Banco Mundial), es decir, los años 60 fueron el origen de las descomunales deudas externas de estos países en desarrollo, que no sólo quedan pendientes sino que crecen cada año. Todas las grandes instituciones de la globalización son fruto de aquella época en la que el progreso era indiscutible en los países ricos y cuestión de pocos años para los pobres. La ayuda al desarrollo, inventada en los felices 60, se ha demostrado un negocio redondo para los ricos y una ruina absoluta para los pobres (la redistribución según el neoliberalismo: quitar a los pobres para dárselo a los ricos). Entonces, si esto es así, ¿por qué seguimos admirando tanto la felicidad de aquellos años? ¿Por qué nos seguimos recreando con sus bagatelas sin percibir lo realmente significativo? Muy sencillo... las facturas aún no han llegado (aunque los intereses sigan creciendo).

Cave Canem

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agosto 22, 2005

Biografia



BIOGRAFÍA.

Nací por allá por el año 69,
Buen año para los enamorados
(por lo del viaje a la luna, claro).
Se acababan los Beatles,
Jim Morrison se acercaba
Vertiginoso hacia la tumba
El Ché adornaba las pancartas,
Woodstock ardía y ardía.
Se fue Frei y llegó el Chicho;
Marchas, abrazos y caceroleo,
La cosa ardió hasta consumirse.
El golpe me pilló jugando al trompo,
No volví a jugar tranquilo en muchos años.
Mi abuelo salió a la calle
Con una bandera de Chile
Y mis viejos se escondieron bajo la cama.
La vida me depararía otros golpes aún,
Como sacarme la cresta en bicicleta
O quebrarme el mate escaleras abajo.
Mi infancia se fue entre volantines
Y cabezas que también volaron:
Bonilla, Letelier, Prats, Urzúa, el boicot,
La Teletón y el mundial de España
Caszely perdiendo un penal!!
Y el guatón Don Francisco
Haciendo perder la cordura
Y picando cebolla bien finito.
Por esos años la profesora no me creía nada
Porque los niños no escriben poemas.
En el liceo un profe creyó en lo que yo hacía
Y eso fue fundamental
Mi primera polola, los primeros dramas
Mientras tanto afuera los cacerolazos,
La primeras protestas,
Los quemados, los degollados,
Los etcéteramente vejados
Mientras la Lucía culpaba a los vándalos,
El Tufo con jinetas, a los moscovitas
Y Mendoza a los comunistas y sus ajustes de cuentas.
Vendría el terremoto del 85 y otros terremotos
"Se nos está desgranando el choclo" decían...
Después el atentado mientras estaba en la Parroquia ,
La Perestroika y la Pinochetroiska ,
El Papa, Pepo y el Pipo.
El candidato único que llegó segundo
Pero que dejó todo amarrado para volver primero.
Voté que no pero me dijeron sí,
Luego las reformas que no reformaron nada
Y el Pato que se convirtió en Gallina.
Después de eso mejor no hablar
El socialismo a la chilena
No alcanza para socialismo
Ni tiene nada de chileno
Pobre Salvador,
Qué vergüenza me dan tus amigos.



NO SE PUEDE.

No se puede escribir un poema
De lo que todos quieren ignorar
El niño abandonado es sólo un tópico
De los artistas
Su carita sucia es sólo una postal para regalar
A la salida de la misa
Pero nadie ni siquiera nombra a su madre
Esperando un auto en alguna esquina oscura
Con el alma en un hilo
Rezando para que su compañero de turno
Le pague y la deje con vida para la próxima
Y para qué hablar del padre del niño
Si total el vino, la droga o la cárcel
Deben ocupar más tiempo en su cabeza
Que los recuerdos de algún hijo
Que nunca conoció

Nadie puede escribir un poema sobre esto
Y si lo hace...
...Nadie querrá leerlo.



ELLA.

Es como un cuadro de la Frida Khalo
Por todos lados desborda la belleza
Aunque los idiotas no quieran encontrarla
O no puedan.
Es como la pincelada certera de Chagall
Un poco infantil, descuidada y libre.
Me basta mirarla
Y se desnudan sus colores en silencio.
Mi diploma de artes,
Por supuesto,
No sirve para nada en estos casos.
Hay que cerrar los ojos
Y aprender a mirar
nuevamente.

Rene Acevedo M.


http://lavquen.tripod.cl/reneacevedo.htm

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agosto 08, 2005

El cine de terror en los años 60

La década de 1960 fue muy importante para un genero cinematográfico amado por muchos, pero considerado inferior por la crítica especializada "culta": me refiero al cine de terror. En esos años los films de horror alcanzaron lo que podríamos llamar la madurez, ya que la trama y los finales se vuelven muy inquietantes, dejando de lado el happy end totalmente anticlimax de las cintas terroríficas de los años 50 (citemos un solo ejemplo, la soberbia versión original de " La Mosca" con Vincent Price, que luego de mostrarnos el dramático final del científico protagonista, culminaba con una secuencia de alegría familiar casi infantil...). Los 60 se abren nada menos que con una de las mejores cintas de Alfred Hitchcock: "Psicosis", una de las cimas del subgénero de los asesinos dementes seriales, protagonizada por Anthony Perkins y de una potencia visual y dramática sólo comparable a las mejores películas de su director, "Vértigo", "Los Pájaros" y "Rebeca". No hay que olvidar que "Psicosis" está basada en una novela de Robert Bloch, uno de los mejores autores de cuentos de terror del estilo pulp , y quien fue amigo epistolar de Lovecraft en su adolescencia. Pero los horrores y la diversión en base al estremecimiento recién comenzaban, luego vendrían cintas de la potencia de "Arde, Bruja, Arde", basada en una novela de Fritz Leiber, o la otra cumbre del terror fantástico de esos tiempos: la ya nombrada "Los Pájaros", joya con efectos visuales de Albert Whitlock y que tiene una patética "segunda parte" que no se debería ni recordar.

Pero no todo se realizaba en los países anglosajones. Desde Italia apareció "La Máscara del Demonio", también conocida como "Domingo Negro", del maestro del cine terrorífico italiano, Mario Bava, quien inspiró a seguidores actuales como el director Darío Argento. Bava también nos regaló en esos años su cinta "Los Vampiros del Espacio", del raro subgénero de los no-muertos espaciales, el que tiene una de sus cumbres en la bizarra película de 1985 "Lifeforce", dirigida por Tobe Hooper.

Una cosa a destacar en los años 60 es la aparición de pequeñas productoras que se dedicaron casi por completo al género, y una de las más importantes es la inglesa Hammer, donde se cocinaron algunos de los mejores platos de la década. La Hammer ya venía aterrorizando al público desde los 50, con los inicios de la saga del Conde Drácula o del doctor Frankenstein, las que tenían una carga de violencia gráfica y erotismo ausente en las cintas clásicas de la Universal sobre estos monstruos. En esta productora comenzaron a descollar como actores de terror los talentosos Peter Cushing y Christopher Lee. Y también debemos mencionar las cintas sobre el doctor Quatermass, afortunado híbrido entre la fantasía científica y el terror. En los 60 la Hammer nos regaló películas de la talla de "Frankenstein Debe Morir" o "Drácula, Príncipe de las Tinieblas", ambas de Terence Fisher, o "Drácula Vuelve de la Tumba", dirigida por Freddie Francis, destacado también como director de fotografía, y quien durante décadas quiso realizar un film sobre Edgar Allan Poe, que nunca pudo financiar (¡Que lástima! Cuanto dinero invertido en cine basura podría haber servido para materializar un proyecto así...). Pero no sólo los monstruos revividos del terror gótico nos estremecieron gracias a la inglesa Hammer. En 1967 se estrenó "Una Tumba a la Eternidad" ("Quatermass and the Pit"), la tercera entrega de la saga del doctor Quatermass y una de las mejores cintas del cine de terror cruzado con la ciencia ficción. Durante la construcción del tren subterráneo en Londres, es descubierta una nave espacial de 5 millones de años de antigüedad. Y el mal que viajaba en ella se despierta, revelando un macabro secreto sobre el origen de la raza humana. Film estremecedor y de clara inspiración lovecraftiana, que fue homenajeado en otra de las mejores películas fantásticas de todos los tiempos, la versión de John Carpenter de " La Cosa del Otro Mundo" de 1982, cuya secuencia final es un tributo al cierre de la película de la Hammer , donde los protagonistas no saben si realmente destruyeron a las fuerzas malignas que amenazan al planeta. (Dicho sea de paso, el final apocalíptico de "Lifeforce" con una ciudad de Londres destruida por la contagiosa e incontrolable furia extraterrestre, también puede leerse como inspirado por "Una Tumba a la Eternidad").

A la tenebrosa sombra del éxito de la Hammer , otras productoras siguieron el camino a ambos lados del océano Atlántico, y algunas dignas de mención son la Amicus , la AIP o la Planet. En ellas participaron directores de la talla de Terence Fisher o de Francis, o el maestro de los escalofríos y el cine clase B, Roger Corman. Aquí podríamos mencionar las películas de varios episodios como "El Doctor Terror" o "Las Tijeras del Diablo" (esta última con guión de Robert Bloch), ambas producidas por la Amicus y dirigidas por Freddie Francis; o " La Isla del Terror" de Fisher, producida por Planet, donde unos monstruos engendrados por la ciencia, los Silicatos, (criaturas cuyo diseño es una especie de versión orgánica de las mantarrayas marcianas de " La Guerra de Los Mundos" de George Pal) asolan a la población de una isla, defendida por un puñado de héroes encabezados nada menos que por Peter Cushing. De la AIP no podemos dejar de mencionar el ciclo de Edgar Allan Poe, dirigido por Roger Corman, y donde debemos resaltar sus versiones de " La Caída de la Casa Usher" o " La Máscara de la Muerte Roja", y la cinta "El Palacio Encantado", que de Poe sólo tiene el poema y la atmósfera, pero que es una adaptación nada de despreciable (otras si lo han sido, por desgracia) de un relato del Ciclo de Cthulhu de H. P. Lovecraft: "El Caso de Charles Dexter Ward". De Corman también es más que destacado su alucinógeno film "El Hombre con Visión de Rayos X", una película absolutamente de culto.

Otras cintas a reseñar de la década son las incursiones en el terror de las primeras películas de Roman Polanski: por ejemplo, "Repulsión", cinta que estremece con la perturbadora actuación de Catherine Deneuve, o la joya del cine satánico "El Bebé de Rosemary", con Mia Farrow y producida por el ingenioso artesano del miedo William Castle. (En los años 90, Polanski volvería a incursionar en la temática del satanismo con "La Última Puerta", pero esta vez con un tono abiertamente apologético y gozoso). No podemos olvidar tampoco un par de largometrajes de ciencia ficción emparentados con el cine terrorífico, y más particularmente con el subgénero de los niños diabólicos: nos referimos a los pequeños, y no por ello menos temibles, extraterrestres de "El Pueblo de los Malditos" (dirigida por Wolf Rilla) y su secuela "Los Niños Malditos", de Anton Leader. Ambas películas inglesas están inspiradas en una novela de John Wyndham, autor además del "Día de los Trifidos", que también fue adaptada al cine en Inglaterra. "El Pueblo de los Malditos" cuenta con un excelente remake de John Carpenter, filmado en 1995.

No hemos pretendido ser exhaustivos en esta breve reseña, sabemos que más de una joyita de lo bizarro se nos ha quedado en el tintero. Pero lo que queríamos destacar es la fuerza del cine de terror en los años 60, donde se da algo que muy bien señalaba un fan en uno de los tantos sitios dedicados a este entrañable género; no se trata sólo de que una cinta provoque un salto en la butaca, sino de que el miedo esté en la historia misma, en las implicaciones del argumento, en los horrores que nos acechan detrás de lo cotidiano. A eso le llamamos madurez. Y no podemos olvidar que la década se cierra con "La noche de los Muertos Vivos" de un joven George A. Romero, película gore filmada en blanco y negro, donde los protagonistas no sólo deberán luchar contra el hambre homicida de los muertos que caminan, sino contra la más oscura maldad de sus congéneres con vida, si es que puede llamársele así al "way of life" que nos propone, ya desde esa época, la sociedad de consumo capitalista.

Y nos queda más que claro que las novísimas cintas de miedo de consumo rápido (muy bien envueltas en efectos digitales y pop-corn), junto con muchas otras mercancías actuales, ya no tienen la misma calidad de las de antes, porque la línea del progreso ascendente en el arte y en el capitalismo, no existe.

Miguel Acevedo M.

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Mayo de 1968 y la Internacional Situacionista


Hay una línea invisible
que va desde los años de 1920 hasta el famoso mayo del 68, y si uno esfuerza los sentidos puede captarla tan nítidamente como si estuviera trazada con tinta indeleble. En los años finales de la primera gran carnicería conocida como la primera guerra mundial, varias vanguardias artísticas trataron de transitar el camino que unía el arte con la vida, y se pasaron de la barricada de la creación literaria y plástica, a la trinchera de la lucha social. Los partidarios de Dada y los surrealistas son los más conocidos, los primeros tratando de destruir el arte y los segundos de realizarlo sin destruirlo, según la acertada fórmula de Guy Debord. Cabe agregar que destruir el arte no quiere decir destrozar físicamente las obras consagradas como artísticas por la academia (aunque más de una vez lo hicieron y más de una obra se lo merecía), sino destruir la concepción de la creación como algo separado del resto de los mortales y consagrado a las manos de los llamados artistas, que antes del Renacimiento eran simples artesanos.

Las décadas pasaron, el asalto a los cielos por la clase obrera pareció derrotado (a menos que uno fuera de los miles y miles que consideraban como socialismo o incluso comunismo a la barbarie stalinista), pero las condiciones sociales en distintas partes del mundo comenzaron a marchar nuevamente en dirección a la tan esquiva revolución. La década de los años cincuenta parece como muy próspera y estable en los países occidentales más desarrollados, extendiendo sus beneficios de ingresos y consumo incluso hasta los trabajadores sindicalmente organizados, pero distintos signos bajo la superficie prefiguran las convulsiones de la década siguiente. Uno de ellos es la fundación de la Internacional Situacionista (1957), agrupación de vanguardias artísticas donde se encontraban desprendimientos de la Internacional Letrista , o el Instituto Psicogeográfico de Londres, y el Movimiento Internacional por una Bauhaus Imaginista. Esta nueva y pequeña internacional comenzó a editar la revista Internacional Situacionista , y lenta pero decididamente comenzó a avanzar hacia el camino de la subversión política. Un hito en esa ruta fue el llamado escándalo de Estrasburgo, en 1967, cuando un grupo de estudiantes de dicha universidad de Francia, miembros de la IS , llegaron al centro de alumnos y utilizaron los fondos para editar y repartir en una sesión solemne y oficial de la casa de estudios, el panfleto Sobre la miseria del medio estudiantil , ataque en toda regla contra el rol del estudiante universitario, contra el Estado y el capitalismo. Ya a esa altura los situacionistas trataban de establecer contactos con otros grupos políticos dispersos por el mundo y que tuvieran una lectura similar a la de ellos, implacablemente críticos contra las sociedades capitalistas occidentales y contra el socialismo burocrático.

Y en mayo de 1968 estallan las luchas en toda Francia. A lo que al principio parecieron meras revueltas estudiantiles se van sumando lo trabajadores, y millones de hombres y mujeres participan en las tomas de universidades, liceos y fábricas. Los situacionistas participan activamente en instancias como el Comité de Ocupación de la Sorbona y el Consejo para el Mantenimiento de las Ocupaciones, y ahí se lanzan a tratar de separar las barreras entre el arte y la vida, aportando su visión de la sociedad del espectáculo que no es la simple crítica de la sociedad de masas o del consumo moderno en las condiciones del capitalismo maduro de los años 60, si no una profunda crítica a la sociedad de clases, enarbolada por partidarios abiertos de su destrucción, que no sucumbieron ante ninguna moda radical de su tiempo, cuando por ejemplo el maoísmo hacia furor entre los estudiantes y la intelectualidad más izquierdista, y muchos marchaban con el libro rojo del presidente chino en la mano, o proclamaban las tres M: Marx, Mao y Marcuse . De esta trinidad, los situacionistas y los llamados enrages sólo rescataban al primero, el autor de ese torpedo contra la sociedad explotadora del trabajo asalariado llamado El Capital. Además, a esa altura los situacionistas y otros rebeldes contaban con su propia arma secreta, el libro La sociedad del espectáculo , escrito en 1967 por Debord, uno de los fundadores de la IS.

Recordemos que las luchas en París y otros puntos de Francia estuvieron relacionados con importantes movilizaciones en otras partes del mundo, como el 68 en Checoeslovaquia, o en España y el país vasco, o todas las luchas del 68-69 en Italia, donde también se destacaron en la agitación teórica los componentes de la sección italiana de la Internacional. Pero finalmente las luchas se fueron apagando, o se prolongaron en áreas tan distantes como América Latina. Al cabo de unos años, la IS se autodisolvió en 1972...

Hoy, la sociedad del espectáculo que regula cada día de nuestras vidas, en el trabajo o en el ocio, rescata los elementos más llamativos, y generalmente más superficiales, de la década de 1960 y todas sus luchas y manifestaciones contraculturales; las bandas musicales más famosas, la estética, o toda la rebelión norteamericana de las flores, donde los locos jóvenes contestatarios se fueron transformando al llegar la madurez en hombres y mujeres responsables y de bien, una transición generacional desde los Yipies (del partido internacional de la juventud)a los Yupies (los jóvenes, urbanos y profesionales). Pero en lo profundo de la memoria colectiva, o para ser más precisos en esas partes que las instituciones se esfuerzan por dejar en la sombra y el olvido, siguen grabadas las luchas sociales de los 60, y ese espíritu provocador que animó con su fuego y sus consignas transgresoras la bandera situacionista, ondeando en el mástil de un barco ebrio... de vida plena.

Fernando Neira

Notas:

La IS buscó alianzas y coordinaciones con organizaciones revolucionarias de los países nórdicos o del Japón, pero también tuvieron relaciones muy conflictivas con grupos como Socialismo o Barbarie, o con los situacionistas norteamericanos a los que terminaron desahuciando, por considerarlos muy hippies. Para Debord, por ejemplo, los beatniks o los hippies eran el ala derecha del movimiento.

Los llamados Enrages o Rabiosos eran los más exaltados agitadores que comenzaron las luchas en las facultades de educación superior.

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agosto 03, 2005

Campos de Batalla 1


URBANO


Qué ciudad, exclamaron él, ella, ellos. Que ciudad más paupérrima, dijeron, caminando por calles largas como las tres de la tarde, llenas de tarros de basura y perros flacos ladrándole a la realidad de las sombras. Que ciudad más alegre, cantaron, entrando a locales con juegos de video o yendo a fiestas en jardines techados o sin más techo que el parrón bajo la luna sosteniendo al resto de la noche. Que ciudad más bella, musitaron, convertidos en una pareja. El, de pantalones oscuros y corbata burdeo; ella, con un escotado vestido negro, mirándose sobre las copas y sentados en un mullido sillón, envueltos en la música del equipo cuadrofónico en el último piso de un lujoso edificio, mientras por la acera pasaba un muchacho iluminado por los postes de luz, reprimiendo las lágrimas, pensando que su mejor amiga sólo era eso, y su novia la silueta de un fantasma visto en el espejo.

LOS PLANOS QUE CRUZA UN POEMA

Al fondo del reloj
en su esfera
se ve el brillo de las estrellas
y de las avenidas
con sus aceras y casas
apuntando hacia el mar
donde desembocan.
El mar como una gota
como una línea azul de horizonte
más allá del arco de la arena
la playa
donde está un hombre leyendo un libro
las letras del libro
este poema.


LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES

Cuidado, Bárbara.
Visitar con tu hermano el cementerio
un día de agosto de 1989
puede ser una mala idea.
Mala para tus nervios
y para tu hermano.
Quizá sea buena
para que veas el lado oscuro de las cosas
expuesto a pleno día
e inundando la noche.
Aprenderás
que hay que rematar a los muertos
y odiar a muchos vivos.
Y cuando veas
a la luna atravesando el cielo
como una daga
apuñalando la espalda,
el silencio será tan grande
que podrás oír los vagos pensamientos
de los muertos que caminan allá afuera.


Miguel Acevedo M.


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agosto 02, 2005

Auriculares de mierrda...!!!

Es el verano de 1991 en el barrio de Palermo en Buenos Aires. El tórrido húmedo del verano bonaerense se cuela en todo y Yo descanso de nada en un departamento de soltero que amablemente me ha cedido durante unos días un buen amigo porteño. Aquel verano es inusualmente extraño. A un presidente norteamericano de apellido Bush se le ha ocurrido liberar un pequeño, pero importante país del medio oriente, en una acción ofensiva de tal descaro y magnitud como hace muchos años no se veía, desatando una histeria no menor sobre la inminente tercera guerra mundial, la destrucción del planeta por el arsenal atómico, etc. Pero Yo bien, pasando el calor detrás de las hojas del diario El Clarín. En las ultimas hojas me detengo en un articulo cuyo titulo me llama poderosamente la atención: Buenos Aires m..me M..Mata acompañado de una imagen de Edgar Allan Poe. Pues bien, comienza diciendo algo como: Mira, allí esta Charly García y se desgaja en los momentos previos al concierto, en la conversación del bar donde todos quieren parecerse a el, e incluso lo ven allí, entre ellos a ese Charly García, el de todos. Pero la realidad dicta otra cosa....el ídolo entra al teatro rodeado de guardaespaldas, canta con esfuerzo, casi con sufrimiento, se desmaya a la mitad del concierto y abandona el edificio tal como llego, cabizbajo y rodeado de guardaespaldas.

Charly has left the building....y de alli a la desintoxicación.

Yo cierro El Clarín y recuerdo cuando pise Buenos Aires por vez primera algunos días antes en medio del tenso y silencioso recibimiento de los operarios de ferrocarriles con la estación tomada y con sus armas prestas a defender la posición de un posible desalojo. Pero era Buenos Aires, ese Buenos Aires de rock and roll, de Sui Generis, Almendra, Spinetta, Seru Giran, Soda Stereo, etc, etc, etc. Y ahora esto....un verano silencioso, sin mucho rock , con Charly en la clínica.
Y Charly se quedo en la clínica, aunque lo vi aparecer mas de una vez en los noventa uniéndose a la muy soft MTV unplugged, lanzándose a la piscina de no se que piso de un hotel, pintandose el rostro de plateado, garabateando say no more.....pero ya no se le escuchaba.

Es la primavera de 2005 en un barrio en remodelación del sur de Madrid. El primer calor Madrileño nos hace dejar las ventanas abiertas hasta tarde en la noche permitiendo a una banda de mosquitos irrumpir en nuestro piso. Hace un año y algo mas, a un presidente norteamericano de apellido Bush, se le ha ocurrido liberar un importante país del medio oriente. Y Yo bien, pasando el calor delante del ordenador en compañía de un viejo amigo tripulante en una línea aérea. Este amigo ha llegado de la convulsionada capital de Ecuador, donde por no se que casualidad, ha encontrado un DVD de Charly Garcia con el registro de uno de los míticos conciertos de 1983 presentando Clics Modernos y también la batería de videos que recogen la grabación de Piano Bar de 1984. Y allí estaba....Charly gritando desde el escenario... ¿Ahora soy genio? ...¿Y por que me dicen ahora genio y el año pasado me decían cualquier cosa?.....¿Porque fui a New York?...¿Porque me pinto los ojos?.....¿Porque me visto así para hacer un concierto en el interior?....
Y allí estaba Charly en el estudio gritando....Auriculares de mierrda que tienen aquí...en medio de la zapada de Cerca de la Revolución. Y allí estaba Charly. Veinte años después y nos ha conmovido.

¿Que es esto?...Una extraña conjunción que va de Santiago de Chile a Buenos Aires Argentina a Quito Ecuador y se manifiesta esta noche en Madrid España?.
Como sea, este deja vu globalizado ha tenido su impacto, el permitirnos escucharle a Charly decir otra vez, como entonces....Hoy ando demoliendo Hoteles....

Reisende.

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Quienes Somos

En medio de la vastedad de webzines, o de los tan de moda blogs, parece dificil tener algo nuevo que decir. Pero si lo pensamos bien, en general lo que circula por la web son millones de datos y la mas variada informacion. Y nosotros apostamos por articulos de opinion, dando a conocer claramente nuestros puntos de vista y sin escondernos tras la tan publicitada objetividad, que a veces mas bien parece la coartada para no decir lo que verdaderamente se piensa. Y decir lo que se piensa tampoco esta de moda, pero no importa, pues lo que realmente importa es tratar de sacar un poco a flote esa verdad oculta y maravillosa que sigue media escondida entre la historia y la cotidianeidad, y que se expresa a traves de retazos de buena literatura, en un verso, en una imagen o en un articulo donde el autor se la juegue dando a conocer sus posiciones y arriesgandose a que quienes lo leen no estan de acuerdo con el (horror!) en estos tiempos de lo politicamente correcto y de la dictadura de la diversidad posmo. Bueno amigos, aqui esta con ustedes B blogzine, navegando en la era digital, saltando de un pulso electronico a otro, pero que quiere ser tan cierta como esas revistas que editaban y vendian mano a mano, recorriendo las calles de pueblos o ciudades, personas tan llenas de futuro como un Arthur Cravan o un Pablo de Rokha o tantos otros (quiza anonimos) seres, hechos de eso que sencillamente llamamos humanidad.

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