junio 25, 2009

¿Qué está ocurriendo en Irán?


por Alejandro Teitelbau

Irán: supuesto fraude, un laboratorio de intervención.

La noticia de un posible fraude electoral se ha extendido por Teherán como un reguero de pólvora y ha sacado a la calle a los partidarios del ayatolá Rafsanjani contra los del ayatolá Jameini. Ese caos ha sido provocado bajo cuerda por la CIA, que siembra la confusión inundando a los iraníes de SMS contradictorios. Thierry Meyssan explica este experimento de guerra psicológica.

En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente [1].

En aquella época, Irán estaba controlado por una monarquía de opereta dirigida por el sha Mohammad Reza Pahlavi. Éste había sido colocado en el trono por los británicos, quienes obligaron a su padre, el oficial cosaco pronazi Reza Pahlavi, a dimitir. Sin embargo, el sha debía avenirse con un Primer Ministro nacionalista, Mohammed Mossadegh. Este último, con el apoyo del ayatolá Abu al-Qassem Kachani, nacionalizó los recursos petroleros [2]. Furiosos, los británicos convencieron a Estados Unidos para que detuviera la deriva iraní antes de que el país se hundiera en el comunismo. Entonces, la CIA puso en marcha la «Operación Ajax», dirigida a derrocar a Mossadegh con la ayuda del sha y sustituirlo por el general nazi Fazlollah Zahedi, hasta entonces detenido por los británicos. Zahedi instauró el régimen de terror más cruel de la época, mientras el sha servía de tapadera a sus abusos posando para las revistas people occidentales.



La Operación Ajax estuvo dirigida por el arqueólogo Donald Wilber, el historiador Kermit Rooselvet (nieto del presidente Theodore Roosvelt) y el general Norman Schwartzkopf senior (cuyo hijo homónimo estuvo al mando de la Operación Tormenta del Desierto). Dicha operación continúa siendo un prototipo de subversión. La CIA idea un escenario que da la impresión de un levantamiento popular mientras se trata de una operación secreta. El punto culminante del espectáculo fue una manifestación en Teherán, con 8.000 extras pagados por la Agencia, para proporcionar fotos convincentes a la prensa occidental [3]

¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta. A raíz de la elección presidencial iraní, grandes manifestaciones oponen en las calles de Teherán a los partidarios del presidente Mahmud Ahmadinejad y su guía Ali Jameini por un lado y a los partidarios del candidato derrotado Mir Hossein Musavi y del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjami por el otro. Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica [4]. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido.

Una vez más, Irán es un campo de ensayo de métodos innovadores de subversión. En 2009, la CÍA se apoya en una nueva arma: el control de los teléfonos móviles.

Desde la generalización de los teléfonos móviles, los servicios secretos anglosajones han multiplicado sus capacidades de interceptación. Mientras que la escucha de los teléfonos fijos necesita instalación de cables de derivación, y por lo tanto agentes sobre el terreno, la escucha de los móviles se puede hacer a distancia gracias a la red Echelon. Sin embargo, ese sistema no permite interceptar las comunicaciones telefónicas vía Skype, de ahí el éxito de los teléfonos Skype en las zonas de conflicto [5]. Así, la National Security Agency (NSA) acaba de hacer propuestas a los proveedores de acceso a Internet de todo el mundo para obtener su colaboración. A los que han aceptado se les ha retribuido generosamente [6].

En los países que ocupan –Iraq, Afganistán y Pakistán-, los anglosajones interceptan todas las conversaciones telefónicas emitidas por móviles o conectadas con ellos. El objetivo no es conseguir transcripciones de tal o cual conversación, sino identificar las «redes sociales». En otras palabras, los teléfonos son los chivatos que permiten saber con quién se relaciona una persona determinada. A partir de ahí se puede conseguir la identificación de las redes de resistencia. Posteriormente, los teléfonos permiten localizar los objetivos identificados y «neutralizarlos».

Por eso, en febrero de 2008, los insurgentes afganos ordenaron a los diversos operadores que detuviesen su actividad todos los días desde las 17:00 a las 03:00 h., para impedir que los anglosajones siguieran sus movimientos. Las antenas de quienes no cumplieron dicha orden se destruyeron [7].

Por el contrario (la central telefónica hormis resultó afectada por error), el ejército israelí se cuidó mucho de bombardear las antenas telefónicas en Gaza durante la operación Plomo Fundido en diciembre 2008-enero 2009. Aquí aparece un cambio total de estrategia por parte de los occidentales. Desde la guerra del Golfo prevalecía la «teoría de los cinco anillos» del coronel John A. Warden: el bombardeo de las infraestructuras telefónicas se consideraba un objetivo estratégico para sumir a la población en la confusión y al mismo tiempo cortar las comunicaciones entre los centros de mando y los combatientes. Ahora es al contrario, es necesario proteger las infraestructuras de las telecomunicaciones. Durante los bombardeos de Gaza, el operador Jawwal [8] dio crédito a sus abonados, oficialmente para ayudarlos, en realidad por interés de los israelíes.

Un paso más allá, los servicios secretos anglosajones e israelíes han desarrollado métodos de guerra psicológica basados en la utilización extensiva de los móviles. En julio de 2008, tras el intercambio de prisioneros y cadáveres entre Israel y Hezbolá, los robots lanzaron decenas de miles de llamadas a los móviles libaneses. Una voz en árabe advertía contra cualquier participación en la resistencia y denigraba a Hezbolá. El ministro libanés de Telecomunicaciones, Jibran Bassil [9], presentó una denuncia ante la ONU contra esa flagrante violación de la soberanía del país [10].

En la misma línea, decenas de miles de libaneses y sirios recibieron una llamada automática, en octubre de 2008, que ofrecía 10 millones de dólares por cualquier información que permitiera localizar y liberar a los soldados israelíes prisioneros. Las personas interesadas en colaborar debían dirigirse a un número en el Reino Unido [11].

Este método se está empleando en Irán para intoxicar a la población con la difusión de noticias alarmistas y para canalizar el descontento que suscitan.

En primer lugar, se difundió por SMS durante la noche del escrutinio la noticia de que el Consejo de los Guardianes de la Constitución (equivalente al Tribunal Constitucional) había informado a Mir Hossein Musavi de su victoria. Así, el anuncio, varias horas después, de los resultados oficiales –la reelección de Mahmud Ahmadinejad con el 65% de los votos-, apareció como un enorme fraude. Sin embargo, tres días antes, Musavi y sus amigos consideraban segura la victoria masiva de Ahmadinejad y se esforzaban en explicarla por los desequilibrios en la campaña electoral. Así, el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani detallaba sus quejas en una carta abierta. Los institutos de sondeos estadounidenses en Irán pronosticaban una ventaja de Ahmadinejad de 20 puntos con respecto a Musavi [12]. En ningún momento pareció posible la victoria de Musavi, incluso aunque es probable que el trucaje acentuase el margen entre ambos candidatos.

Posteriormente, los ciudadanos seleccionados se dieron a conocer en Internet para conversar en Facebook o se abonaron a las líneas de información Twitter. Entonces recibieron, siempre por SMS, las informaciones –verdaderas o falsas- sobre la evolución de la crisis política y las manifestaciones en curso. Se trataba de mensajes anónimos que esparcían noticias de tiroteos y numerosos muertos; noticias que hasta la fecha no se han confirmado. Por una desafortunada coincidencia de calendario, la empresa Twitter debía suspender el servicio durante una noche, el tiempo necesario para el mantenimiento de sus instalaciones. Pero el departamento de Estado de Estados Unidos intervino para exigirle que suspendiera dicha operación [13]. Según el New York Times, esas operaciones contribuyeron a sembrar la desconfianza entre la población [14].

Simultáneamente, en un nuevo esfuerzo, la CIA moviliza a los militantes anti iraníes en Estados Unidos y el Reino Unido para añadir al desorden. Se ha distribuido una Guía práctica de la revolución en Irán, que incluye varios consejos prácticos, entre ellos:

- Ajustar las cuentas Twitter sobre la zona horaria de Teherán.

- Centralizar los mensajes en las cuentas Twitter@stopAhmadi, iranelection y gr88.

- No atacar los sitios oficiales de Internet del Estado iraní. «Dejen hacer al ejército» de EEUU para eso (sic).

Al aplicarlos, esos consejos impiden cualquier autentificación de los mensajes Twitter. Ya no se puede saber si los envían testigos de las manifestaciones en Teherán o agentes de la CIA desde Langley, y no se puede distinguir lo verdadero de lo falso. El objetivo es crear todavía más confusión y empujar a los iraníes a luchar entre sí.

Los estados mayores de todo el mundo siguen con atención los acontecimientos en Teherán. Cada uno intenta evaluar la eficacia de este nuevo método de subversión en el laboratorio iraní. Es obvio que el proceso de desestabilización ha funcionado. Pero no es seguro que la CIA pueda canalizar a los manifestantes para que ellos mismos hagan lo que ha renunciado a hacer el Pentágono si no desean hacerlo: cambiar el régimen, acabar con la revolución islámica.

 Thierry Meyssan


[1] «Discurso en la Universidad de El Cairo», Barack Obama, 4 de junio de 2009.

[2] «BP-Amoco, coalición petrolera anglosajona», Arthur Lepic, Red Voltaire, 10 de junio de 2004.

[3] Sobre el golpe de 1953, la obra de referencia es All the Shah’s Men: An American Coup and the Toots of Middle East Terror, de Stephen Kinzer, John Wiley & Sons editores (2003), 272 pp.

[4] «La société iranienne paralysée», Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de febrero de 2004.

[5] «Taliban using Skype phones to dodge MI6», Glen Owen, Mail Online, 13 de septiembre de 2008.

[6] «NSA offering ’billions’ for Skype eavesdrop solution», Lewis Page, The Register, 12 de febrero de 2009.

[7] «Taliban Threatens Cell Towers», Noah Shachtman, Wired, 25 de febrero de 2008.

[8] Jawwal es la marca de PalTel, la sociedad del multimillonario palestino Munib Al-Masri.

[9] Jibran Bassil es uno de los principales líderes de la Corriente Patriótica Libre, el partido nacionalista de Michel Aoun.

[10] «Freed Lebanese say they will keep fighting Israel», Associated Press, 17 de julio de 2008.

[11] El autor de este artículo ha sido testigo de esas llamadas. También se puede consultar «Strange Israeli phone calls alarm Syrians. Israeli Intelligence services accused of making phone calls to Syrians in bid to recruit agents», Syria News Briefing, 4 de diciembre de 2008.

[12] Citado en «Ahmadinejad won. Get over it», Flynt Leverett e Hillary Mann Leverett, Politico, 15 de junio de 2009.

[13] «U.S. State Department speaks to Twitter over Iran”, Reuters, 16 de junio de 2009.

[14] «Social Networks Spread Defiance Online», Brad Stone y Noam Cohen, The New York Times, 15 de junio de 2009.



¿Quién es Musavi?

Musavi fue Primer Ministro de Irán durante la guerra con Irak (1981- 1989) Tiene en su currículum haber ejecutado la orden de la matanza de miles de presos políticos. Fue durante su mandato cuando la totalidad de partidos y organizaciones políticas, sindicatos, organizaciones feministas, etc. fueron perseguidos, sus miembros –miles de ellos jóvenes estudiantes de institutos y universidades-, detenidos , torturados y ejecutados. Se trata de la mataza más grande de la historia contemporánea de Irán. Entre las víctimas, unos 53 miembros del comité ejecutivo del partido comunista, Tudeh, de los cuales 4 habían pasado 25 años de su vida en las prisiones del Sha.

Poetas, escritores, profesores de universidad, profesionales de medicina, decenas de militares (entre ellos el comandante en jefe de las fuerzas marinas de Irán, Genral Afzali, acusado de pertenecer al partido comunista), los principales representantes de las minorías religiosas en el parlamento (todos de izquierda), fueron ejecutados tras sufrir inimaginables torturas físicas y psicologicas (como ser forzados a dispararles el tiro de gracia a sus compañeros). Las reivindicaciones de las minorías étnicas, que componen alrededor del 60% de la población del país, por una autonomía administrativa, fueron duramente aplastadas, y cientos de kurdos y turcomanos fueron ahorcados en las plazas publicas. La magnitud de la represión política, religiosa, étnica y de género del régimen islamista obligó a unas 4 millones de personas a tomar el rumbo de exilio, en el que ha sido el mayor éxodo de iraníes de toda su historia. Se estima en unas 30.000 las personas asesinadas en pocos meses en el año 1988.

En 2008, en ocasión del 20 aniversario de la matanza, Amnesty International publicó un informe en el que pide que rindan cuentas los responsables de la llamada “matanza de las prisiones “ porque buena parte de las víctimas estaban ya en prisión cuando fueron asesinadas. No todos en Irán durante la campaña olvidaron ese sangriento episodio. Cuando Mussavi fue a hacer campaña electoral a algunas universidades (Zanjan en el nordeste de Irán y Qazvine en el centro) , los estudiantes le exigieron explicaciones sobre su papel en la matanza de 1988.



Alejandro Teitelbau

Abogado especialista en derecho internacional.

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junio 05, 2009

Adiós David Carradine


Adiós David Carradine, "Kung Fu", el "pequeño saltamontes".



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Mario Benedetti, un luchador contra la hipocresía




Por Marcos Roitman




No tengo el don de la escritura, en ocasiones se tuerce y muchas veces es tosca, con ello convivo y busco superarlo. La necesidad de decir y decir bien obliga. Uno busca referentes para aprender. Pero no se trata de una cuestión de estilo. Junto a lo dicho debe haber un motor que impulse las palabras. Una seña de identidad. Octavio Ianni, sociólogo brasileño, me llamo la atención sobre escribir con seso, intestinos y corazón. Todo a la vez, crear un equilibrio entre un buen ensayo y una descripción agreste sin alma. Pablo González Casanova me ha recomendado la lectura de Antonio Machado, tanto como Jorge Luis Borges. Autores donde se refleja frescura y diversidad en el uso del lenguaje. Basta con recordar como inicia Machado la clase de poética y retórica de Juan de Mairena: "Señor Pérez salga usted a la pizarra y escriba: 'Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa ...', después de meditar, escribe: 'Lo que pasa en la calle'".


Conocer la gramática no lo es todo. Es necesario jugar con las palabras, trasgredir las normas, buscar y recuperar significados. Impedir la condena de los conceptos fuertes evitando que la sociedad enmudezca. Transformar estética en obligación ética, en vivencia, conciencia crítica y transgresora. Forma y contenido entrelazados. No es una cuestión estilística, cuya meta se reduce a la soberbia de engrandecer egos y enaltecer la mezquindad del yo. Seguramente, hay buenos estilistas, pero pocos artesanos de las letras, cuya coherencia les impide torcer el camino en medio de la batalla, negándose a ser víctima de la profecía cumplida y del tópico: A donde dije digo, digo Diego.

Las palabras son un bisturí en manos de un buen médico, manipuladas por chapuzas, auguran lo peor. Se transforman en un amasijo somnoliento y pretensioso, pierden viveza. Supone la muerte de la poética puesta en el lenguaje. El don de la escritura no puede ser una rutina. Benedetti amaba escribir para contar historias. Sus relatos captan el significado profundo del amor, el desengaño, la lucha política, la memoria. Son la esencia de la vida cotidiana, del alma y del cuerpo. Puso letra a todo cuanto es creación humana. Indagó la maldad. Se batió en duelo a la vieja usanza, con honor. No soportó la traición. Su trabajo consistía en llamar a las cosas por su nombre. Formas simples y llanas. Son méritos que convierten su vida y su obra en ejemplar.

No le valieron prendas para condenar la mentira, viniese de donde viniese y lo dijera quien la dijese. Lo dicho quedó reflejado en el debate con Mario Vargas Llosa en 1984. Mientras Llosa lo insulta, tildándolo de corrupto por defender las revoluciones como la sandinista y la cubana, amén de considerarlo un robot alegre por apoyar el socialismo. Él, Vargas Llosa, se posesiona con una salida democrática al subdesarrollo y a las dictaduras. Interpretación maniquea a la cual Benedetti responde, demostrando coraje y algo de lo que carecía su contrincante: principios, altura de miras y dignidad. Los encabezados de su respuesta denotan su malestar: "Ni corruptos ni contentos" y "Ni cínicos ni oportunistas".

En ellos subraya: A Me parece absolutamente legítimo que un escritor como Vargas Llosa, se sienta tan presionado por la realidad como para pronunciarse sobre ella. La circunstancia de que muchos intelectuales latinoamericanos, a pesar de no practicar la obsecuencia ni la obediencia ciega que suele atribuirnos Vargas Llosa, mantengamos nuestra adhesión a las revoluciones de Cuba y Nicaragua no impide comprender que vanos aspectos de esas realidades hieran , vulneren o incluso descalabren ciertas pautas y arquetipos de otros intelectuales... A un intelectual del alto rango artístico de Vargas Llosa debe exigírsele una mínima seriedad en los planteos, particularmente cuando estos ponen en entredicho la probidad de sus colegas. Hablar de corruptos y contentos en una región del mundo en la que hay tantos intelectuales perseguidos, prohibidos, exiliados..., en ese marco de discriminación y de riesgo, de amenazas y de crimen es, por lo menos, una actitud insoportablemente frívola.

En la segunda entrega , tras nuevos insultos de Vargas Llosa, le recuerda su historia: A Hace ya unos cuantos años que mi tocayo señaló, con una imagen que hizo carrera, que la literatura ha de ser siempre subversiva y que el escritor debe ser una suerte de buitre que esté siempre dando vueltas sobre la carroña. Reconozco que mi vocación de buitre es prácticamente nula, y también la capacidad subversiva de la literatura es viable y defendible cuando el escritor distingue honestamente algo que subvertir, pero no como obligación eterna y menos como un deporte. Parece claro y elemental que si lucho por una sociedad más justa, cuando ese cambio, así sea primariamente, se produce, tratar de subvertir la situación equivaldría a proclamar una vuelta a la injusticia.

La discusión se zanjó con la salida de las paginas de opinión de El País de Mario Benedetti. El grupo Prisa y Juan Luis Cebrian, a la sazón director del matutino, decantaron la línea editorial hacia el peruano.

Mario Benedetti hace fácil lo difícil. Capta los valores y las vilezas de los mortales. Muestra, como en el ejemplo anterior, la cara de la traición, de la ignominia. Describió la muerte diseccionando las dictaduras y sus dictadores. No le hicieron falta títulos universitarios. Tampoco se invento, como el ex-ministro de educación chileno, José Joaquín Brunner, un falso titulo de sociólogo y posgrado en Oxford. Era un artesano de la palabra, en poeta. Siempre tuvo una sonrisa y no faltó a sus compromisos, se exigía con quien sentía eran sus compañeros de viaje.

Mario Benedetti, ha sido un hombre comprometido con su tiempo, y por ello fue perseguido. Su palabra resulta incomoda. Él supo el significado de un doble exilio. Enfrentó decretos de busca y captura. Desde la firma por el gobierno de Bordaberry el 26 de junio de 1973 llamando a los militares al poder con un joven Julio María Sanguinetti en funciones de ministro, se abocó a denunciar las tiranías, sin dejar de escribirle al amor. Exiliado en Madrid, recibió el cariño de unos, los mas y el odio de la élite política. No le perdonaron vivir el Sur en el Norte, decir que también existía, reclamar derechos de autodeterminación y soberanía para los países que sufren la penetración imperialista. Hoy, los hipócritas lloran su muerte. Por suerte, Benedetti fue claro, en el tiempo de la globalización, lo que se globaliza es la hipocresía.

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