agosto 22, 2009

Bocazas con Guitarra

Para muchos, se trata de un alboroto absurdo, un escándalo prefabricado; para la extrema derecha, un atentado a la libertad de expresión. Según lo cuenta el interesado, el guitarrista Ted Nugent, fue despedido ignominiosamente del periódico tejano donde escribía una columna de opinión semanal.

Nugent es una de las voces más estridentes del conservadurismo estadounidense. Cazador fanático, defiende el derecho a acumular arsenales particulares. Arremete contra los homosexuales, las drogas y el proyecto de sanidad universal. Si se le calienta la boca, exige lanzar bombas atómicas contra Irán.Tratándose de un rockero de melena hasta el culo, parecería que ejerce de bufón entre los más exaltados del Partido Republicano. No se confundan: Ted mantiene excelentes relaciones con un antiguo vecino, George W. Bush. Su nombre reaparece cuando buscan candidatos a gobernador en su estado natal, Michigan.

Para lanzarse a la arena política, vendría perfecto el perfil de patriota censurado por la prensa liberal. Pero fallan los detalles: el Waco Tribune-Herald pertenece a una familia tan conservadora que ha añadido a la cabecera el lema "En Dios confiamos". Gente de orden, incómoda con los exabruptos. En 2007, Ted exhibía armas en el escenario, antes de insultar a Hillary Clinton y amenazar a Barack Obama: "Es una mierda y le digo que chupe mi metralleta".

Carlos Sánchez, director del periódico, explica que los dueños pretendían moderar el tono editorial, conscientes de la inestable fauna que habita en Waco: recuerden el drama de la secta de los davidianos. Pedían que los textos (1) fueran reflexivos, (2) evitaran ataques personales, (3) trataran con un mínimo respeto a los políticos con cargo y (4) ofrecieran alternativas en vez de meros ataques.

De primeras, Nugent aceptó esas reglas pero lo siguiente fue una andanada desde su página web: se negaba a escribir "cosas agradables" y se equiparaba con Washington, Jefferson y otros héroes estadounidenses. Como en El Álamo, añadía, sólo podía contemplar una opción: "Victoria o muerte".

Desdichadamente, colocarse en un pedestal invita a las comparaciones entre dichos y hechos. Nugent se formó en el rock de Detroit, una de las escenas más radicalizadas de los sesenta. Con los Amboy Dukes, facturó música excitante, a veces netamente psicodélica (Journey to the center of the mind). Como sus colegas de MC5 o los Stooges, Ted no quería visitar Vietnam. Antes de la revisión para el servicio militar, se hartó de comida basura. Orinaba y defecaba sin quitarse la ropa. Cuando se presentó, apestaba y fue declarado inútil. En definitiva, es un chickenhawk, uno de esos "halcones cobardicas" que -como Cheney, como Bush- se las ingeniaron para no ir a la guerra.

Le están sacando todos los trapos sucios. Lo siento por Ted: es uno de esos payasos que, ocasionalmente, sueltan argumentos sensatos. Aunque admiro más su elocuencia con la Gibson. Yo iba a sus conciertos: creo que se me escucha gritar en su Live at Hammersmith '79. Pero no se lo digan a nadie.

DIEGO MANRIQUE.

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Poesía en América Latina: Las sobras de un sublime cadáver

Tras un periodo sin grandes pretensiones, la poesía latinoamericana vive un tiempo con más poetas que lectores. Un género que aprende a adaptarse al presente y a mezclarse con la música en busca de nuevos ritmos y formas diversas que lo ayuden a sobrevivir, reconoce la poeta cubana Reina María Rodríguez.
Intentar hacer un mapa de la poesía latinoamericana, medir ¡qué es actual! sería prácticamente imposible, porque extrapolamos constantemente el presente, y algunos poetas permanecen más vivos que otros, independientemente de sus edades. La edad de la poesía es sólo el título del libro de Tamara Kamenszain. Además, revistas impresas o digitales, concursos, antologías, festivales, no son indicadores de vigencia, en un tiempo con más poéticas que destinos y más poetas que lectores. Cuando uno de mis hijos me explica cómo son los juegos virtuales donde se crean (utopías) sitios para los personajes, fábulas, épocas, veo que la poesía sufre por dejar de verse como un juego, donde perdimos la apuesta y también a los jugadores.
El barroco de nuestras catedrales y de José Lezama Lima revivió reciclándose a través de Severo Sarduy (Cuba, 1937-1993), arrastrando con Néstor Perlongher (Argentina, 1949-1992) su negativa al imaginario modernista, y empujando al neobarroco a figuras como José Kózer (Cuba, 1940), Coral Bracho (México, 1951), Eduardo Milán (Uruguay, 1952): "El espíritu cae sobre el tiempo: es el tiempo mismo que no encuentra lugar", logrando un puente entre lo lírico y lo conversacional, ese envés, un espacio más geométrico y racional. No quiero dejar de mencionar a los brasileños: Paolo Leminski (1944-1989), con "un dolor que goza / como si el dolor fuera poesía / ya que todo lo demás es prosa", Josely Vianna Baptista (1957) y Horácio Costa (1954).

Mientras las políticas se refríen, sin la altisonancia de los versos de Raúl Zurita o el dolor de Juan Gelman que sigue taladrando el Horror; las noticias vuelan de los periódicos al poema, y lo político deja de ser un tema para convertirse en un fragmento más, para apoyar "lo real" que, luego de sufrir tanto descrédito; conversacionalismo (bueno y malo), antipoesía (no olvidemos la escuela creada en Nicaragua por Ernesto Cardenal, propuesta que él mismo rompería después), nos dejó un tiempo sin grandes pretensiones y mucha orfandad cuando, "la muerte y la vida estaban / en un cuaderno a rayas", Osvaldo Lamborghini (1940-1985); El gran derrapador, Jorge Santiago Perednik (Argentina,1952); Abuso de confianza, Ángel Escobar (1957-1997); Vilis, Lorenzo García Vega (1926), que hace del "garabato-contraseña"; Potlach, Arturo Carrera (Argentina, 1948), que nos traen, ese "contagio de la destrucción aceptada", rotura por donde penetra la desconfianza: con el descarrilamiento de un tren en una tela; o, donde un tomacorriente puede tener una prioridad inusitada o, una alcancía con monedas es el dios al que el niño reza, buscando "ese oro que sucumbe al dolor... de no durar, de no tener, de no saber"; y "Poetarzan", el "Coco", son personajes más cercanos al cómic que al poeta y la sustancia amarga, verdosa, que segrega un órgano se convierte en fluido primordial. "Fabricado con un poco de bilis", dice en Ferdinan Prenom, Ricardo Alberto Pérez (Jaruco, 1963).

Hay un cansancio que trabaja el desgaste, mientras los estribillos rechinan más frágiles que la confianza o el amor porque, como dice una orquesta popular cubana, "se acabó el querer" y los jóvenes viven sin pensar las consecuencias del después o del pasado. La lengua se encoge (ellos usan K por C), en la medida en que la velocidad se hace mayor y los espacios se achican como el lenguaje. Pero, la poesía, que tiene que ver con la detención del tiempo, aprende a mezclarse con la música, busca ritmos de otras zonas para sobrevivir: hip hop, rap, reggae, reguetón, acentuando una conducta "esquiso" entre lo culto y lo popular: La cola del pan, Pastoreo Wasan, Carlos A. Alfonso (Cuba, 1963). No obstante, esa movilidad de las poéticas me satisface, porque los subproductos se convierten en centros. En este reciclaje constante tomamos los isleños todo desperdicio que llegue a las costas sin preocuparnos por dar "gato por liebre". "La poesía tiene que empatar o zurcir el espacio de la caída", dijo Lezama, "...los techos se caen y cualquier cosa, de un tiempo a esta parte, es un techo", Juan Carlos Flores (Alamar, 1962).

En los poetas cubanos de los noventa, por exceso de vanguardia política y falta de vanguardia artística, el "yo" se vuelve escritura, antropofagia de otros discursos (refrito del pensamiento venido del mundo convertido en escritura); lo intertextual se recalienta buscando afianzar la realidad cuando, convertida en herramienta ética, "la poesía puede ser una experiencia atroz", Antonio José Ponte (Matanzas, 1964). Mientras en Chile, el descreimiento se vuelve neovanguardia: con La nueva novela, Juan Luis Martínez (1942-1993); "...de tarde en tarde se irán dejando las ciudades", Eduardo Asfura (1973), y "se acabaron los baños de espuma en la orilla del mar", Ricardo Tipia (1969), los padres aún existen: Enrique Lihn, Gonzalo Rojas y Vicente Huidobro, y comparten la conciencia del despojo como "últimos representantes irresignados de un sublime cadáver".

Pero, cada vez más, como quería Virgilio Piñera, "no queremos potencias celestiales, sino presencias terrestres", lo "poético" se contamina de cacharrería: objetos de la tecnología entran al set, sustituyendo la falta de presente con la velocidad. Noel Urayoán (Puerto Rico, 1976), "...y agarrarnos a lo poco que nos queda", y Maribel R. Ortiz (Puerto Rico, 1967) escribiendo Gen PAX6. Se viola toda puntuación lógica; los textos se mezclan con el perfomance, la estética del pop y otras ofertas suburbanas, grafittis (Zona franca, en Alamar, al este de La Habana). Cuando "la sinceridad es una forma del ataque", dice el puertorriqueño Rafael Acevedo (1960), la mirada desde un motel es una ilusión de ver, todavía, una nueva perspectiva para Lorenzo García Vega, que a sus años, sabe que lo actual no tiene edad, no tiene presente, y busca más un modo de ver que un ser.


Crónica en El País.com



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agosto 21, 2009

TRON Legacy

Para todos aquellos que gustan de este tipo de películas, se anuncia para 2010 el estreno de la secuela del film de 1982 "Tron". Disney ha liberado el trailer hace un tiempo. "Tron Legacy" es la cinta que continua las aventuras en el mundo de las computadoras y donde al parecer Disney quiere alejarse lo más posible de The Matrix y recolocar la estética pseudo Star Wars de la cinta original.
Hace unos meses, publicábamos aquí un enlace a la grabación que un aficionado logró subir a Youtube mostrando parte de este trailer cuando fué exhibido en la Comic-Con del año pasado cuando la cinta se conocía como TR2N.
Les dejamos ahora el trailer oficial. Esperemos que la película sea mejor que la montaña de secuelas mediocres del último tiempo.

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